Para poder aplicar en la Declaración de la Renta la deducción por adquisición de la vivienda habitual es imprescindible reunir una serie de requisitos:

  • Solo hipotecas de antes de 2013. Es decir, esta deducción solo se puede practicar sobre una hipoteca contratada para adquirir la vivienda habitual del contribuyente con fecha anterior al 31 de diciembre de 2012.
  • Además, tuvieron que aplicar dicha deducción en la declaración de la renta de 2012 o en las anteriores.

Si se cumplen con dichos requisitos, entonces el contribuyente puede desgravarse hasta un 15% de lo que haya pagado por su hipoteca durante el año 2020. Eso sí, la deducción puede aplicarse sobre una base máxima de 9.040 euros anuales, por lo que el contribuyente puede deducirse hasta 1.356 euros como mucho.

Además, en la base máxima se pueden incluir todas las costas relacionadas con la hipoteca: lo pagado en cuotas, las amortizaciones anticipadas, los gastos de constitución, modificación o cancelación del crédito y lo pagado durante el año en comisiones y en productos asociados como seguros de vida y hogar, por ejemplo.